domingo, 16 de septiembre de 2007

En el diván, con Mirtha Legrand Por Pilar Rahola

La barroca elegancia de las grandes divas. Sus tacones de espanto en esos pies que han pisado décadas de éxito, glamour y belleza. Sus brillantes joyas, adornando una inteligencia mordaz, en un cuerpo que se enfunda en rosas imposibles. La contemplo en su atalaya divina, y el respeto adquiere el sentido de la admiración. Si Argentina se observa desde la mesa elegantemente parada de Mirtha Legrand, los tiempos y los hechos se ablandan como mantequilla, se vuelven algo tiernos.

Comparto esa mesa televisiva, codiciada y amable, con mujeres de alta categoría y más alta voz: Estela Carlotto, la presidenta de las Abuelas de la plaza de Mayo; Olga Riutort, que aspira a dirigir los destinos de la ciudad de Córdoba, y una de esas mentes lúcidas que la política Argentina sabe dar en los tiempos del desconcierto, Gabriela Michetti, mano derecha de Mauricio Macri en el Gobierno de Buenos Aires.

Empieza el programa y el glamour acomoda el debate de las ideas: la memoria de la represión, los mitos intocables, el hambre entre la riqueza, el papel de la mujer... Vista desde la perspectiva que da la complicidad lejana -la mirada extranjera- Argentina preocupa tanto como seduce, sorprendente en sus logros y en sus déficit. Vidas paralelas en muchos aspectos, la dictadura, la represión, la memoria, el terrorismo, Argentina no tomó el camino que el pacto de la transición marcó para la vieja Sefarad, y esa bifurcación cambió los destinos mutuos.

Sé que decirlo remueve y araña mi alma antifranquista, pero viendo el círculo de odios, venganzas, juicios inacabables y toda suerte de denuncias cruzadas que aún atenazan -y condicionan severamente- la política Argentina, creo que el camino que tomó la democracia española fue tan valiente, como necesario para garantizar el futuro.

A Argentina le pesa tanto el pasado, que a veces parece que habita en él, como si la realidad no fuera más que su derivada. Un pasado, además, mirado con ojo tuerto, donde los dictadores y sus cómplices reciben el legítimo repudio y lentamente van pisando los suelos de la justicia; pero cuyos terroristas son considerados héroes del pueblo.

Héroes. Lacra de toda Latinoamérica y no sólo de Argentina, la actitud de una parte del espectro social, que minimiza, justifica e incluso avala el terrorismo, es un penoso síntoma del relativismo ético que practican muchos líderes de izquierdas, hasta el punto de no conmoverse ni con la muerte masiva.

Ahí está, para vergüenza de Argentina y para vergüenza de la humanidad, el brindis que Hebe de Bonafini -la antigua presidenta de las madres de Mayo- hizo, celebrando el atentado del 11-S. Un total de 4.000 muertos, 4.000 personas con sus vidas, sus esperanzas, sus ilusiones, convertidas en humo en manos del terror, y la risa de Bonafini bendiciendo la matanza. Y su famoso ¡Viva ETA! En la España que la había invitado y aún lloraba la muerte de Ernest Lluch.

Hebe representa el paradigma de una izquierda violenta, revanchista hasta la locura, inequívocamente reaccionaria. Sin embargo, ¿es ella lo alarmante? Al fin y al cabo, personajes como Hebe o como otros que pululan por el continente, con el delirante Chávez a la cabeza, no son nuevos en el mercado del populismo demagógico. No. Lo alarmante es que el día después del brindis de muerte, las Hebes continúen teniendo micrófonos, vida social activa, miles de pesos de ayuda pública y hasta el aval institucional."Todos somos hijos de Hebe", me aseguran que dijo Néstor Kirchner.

Sobran palabras... Eso es el relativismo ético, ésa es la quiebra de valores que, con angustiosa naturalidad, se puede respirar en la Argentina que avala determinado progresismo. En esa Argentina, y en alguna de las Españas... Como dijo el sabio, "habrá que defenderse de una derecha muy diestra, y de una izquierda muy siniestra".

Más allá de la minimización del terrorismo, las víctimas de la dictadura están presentes, devoradas en los agujeros negros del horror, y no parece fácil enterrarlas. Estela Carlotto me lo dijo de forma descarnada y frontal: "tienen que pagar". En su caso, por una hija muerta y una nieta desaparecida. Difícil cuestión, décadas después. Si no pagan por los crímenes, la impunidad ganará cruelmente la partida. Si pagan, ¿cómo dejar fuera de la justicia a los que, en nombre de la libertad, también asesinaron? Chile y Uruguay encontraron su camino, atribulado, doloroso y valiente, hacia la reconciliación. Argentina prefiere chapotear en un eterno barrizal.

Personalmente, no estoy segura de que alcance justicia, pero conseguirá niveles notables de venganza. Y eso, que alimenta a las furias del pasado, puede ser dinamita para el futuro.

Vuelvo a Mirtha, su cadencia, su penetrante mirada, el clima que nos crea, donde la carne viva de lo tratado se moldea suavemente, como si no fuera trágico. Poesía y luz en las tinieblas de la épica. La observo con cariño, convencida de estar ante una de las últimas de una gran estirpe;una reina, como me dijo ella misma en los salones del Alvear. Sí. Una reina divina.

Fuente: El País (España)

5 de Octubre: Día Nacional de homenaje a las Víctimas del terrorismo

El año pasado. FUIMOS MUCHOS. Este año, SEAMOS MAS.

5 de Octubre:
Día Nacional de homenaje a las Víctimas del terrorismo

Plaza San Martín - Viernes 5 de octubre de 2007 - 18:30

miércoles, 12 de septiembre de 2007

Apoyo de Sacerdotes al Padre Christian von Wernich

No podía ser de otra manera. Poco a poco la verdad sale a la luz. Más tarde o más temprano, el miedo y la "prudencia mundana" dan lugar al testimonio. Ya lo decía el valiente obispo de Cracovia, Cardenal Stefan Wyszynky:

"La falta más grande del apóstol es el miedo. La falta de fe en el poder del Maestro despierta el miedo; y el miedo oprime el corazón y aprieta la garganta. El apóstol deja entonces de profesar su fe... Los discípulos que abandonaron al Maestro aumentaron el coraje de los verdugos. Quien calla ante los enemigos de una causa los envalentona. El miedo del apóstol es el primer aliado de los enemigos de la causa. Obligar a callar mediante el miedo, eso es lo primero en la estrategia de los impíos... El silencio posee su propia elocuencia apostólica solamente cuando no se retira el rostro ante quien le golpea. Así calló Cristo. Y en esa actitud suya demostró su propia fortaleza. Cristo no se dejó aterrorizar por los hombres. Saliendo al encuentro de la turba, dijo con valentía: Soy Yo."

En esta oportunidad, con mucha alegría y esperanza, damos a conocer una carta que un grupo de 33 sacerdotes le hiceran llegar al Reverendo Padre Christian von Wernich. Ellos no se callan. Han vencido al miedo y dan su testimonio por el nuevo crucificado. A continuación transcribimos la carta:

"Estimado Padre Cristian:

Le enviamos esta carta para que sepa que lo acompañamos solidariamente, con nuestro afecto cordial y nuestra oración, convencidos de que lo que usted está sufriendo es una terrible injusticia. Estamos convencidos de que la persecución que Usted sufre bajo la apariencia de juicio es por el solo hecho de haber servido a Dios y a la Patria con una entrega generosa, como buen sacerdote y argentino cabal.

Como sacerdotes, queremos manifestarnos cercanos a sus padecimientos, aunque desprovistos de medios para aliviar su cruz. Y reparar al menos espiritualmente, el desamparo en que se halla, a semejanza de Cristo en su Pasión.

En efecto, aumenta el dolor de la tribulación el experimentar el vacío de quienes, por su responsabilidad espiritual, deberían dar testimonio de la verdad, manifestando que Usted asumió un servicio delicado y peligroso, pensando no sólo en la vida física, sino en el alma de tantas personas.

Obviamente que una sociedad envilecida y manipulada, cuyos "valores" consisten sólo en el placer y la venganza desenfrenada, es incapaz de entender las exigencias del auténtico amor a toda persona hecha a imagen de Dios: amor que implica que, incluso a quien se ha comportado como enemigo de la patria y de la sociedad, no se le ha de negar el auxilio espiritual, que solo el sacerdote puede dar. Por eso usted estuvo en un difícil puesto de "avanzada" espiritual y no quiso desertar de él.

La necedad y la malicia de quienes han hecho de la agresión un estilo de vida se ven potenciados por la cobardía y la complicidad de quienes están dispuestos a comprar seguridad (su frágil seguridad) al precio de la traición y de la omisión. Pero que el mundo sea sordo al mensaje no exime al testigo de proclamarlo.

Usted es una víctima (en sentido sacerdotal de hostia) de su ministerio. No sólo por las acciones realizadas sino por el silencio a que obliga el sigilo sacerdotal sellando verdades que podrían ser su defensa en los tribunales humanos, si estos estuviesen dispuestos a la justicia y no fueran meros resortes de la venganza.

Le pedimos a Dios que lo bendiga abundantemente y le conceda la gracia de una gran fortaleza, y le recordamos la maravillosa consigna de San Pío de Pietrelcina: Reza, ten fe y no te preocupes".

jueves, 6 de septiembre de 2007

Gacetilla de Prensa - Acto en Comodoro Py "Señores Jueces, tengan Dignidad"

El 06 de setiembre, a las 10:00 hs, ante una nutrida concurencia, la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina desarrolló el acto frente a los Tribunales Federales de Comodoro Py, solicitando a los jueces que tengan dignidad, y que no permitan la utilización de la justicia como instrumento de venganza de quienes, en la década del 70, apelaron al terrorismo para conquistar el poder.



Oficiando de presentador, el Mayor (R) Pedro Rafael Mercado dio inicio al acto, dando lectura a unos pasajes de la novela "Ataque a la Répública", del Dr Vigo Leguizamón, donde uno de los personajes llamado Vladimirsky dialoga con otro terrorista arrepentido en los siguientes términos:

"¡No me vengas con pequeñeces, con pruritos morales, con cargos de conciencia! ¿Ahora que estamos en el poder te vas a quebrar? ¿De qué diálogo con los militares me hablás? ¿Te olvidaste del odio con que los matabas? Los vamos a destruir. Se van a pudrir en la cárcel, y en cárceles comunes; desde las sombras me encanta provocarlos, cortarles los ascensos, congelarles los sueldos, humillarlos, obligándolos a obedecer.

Hemos avanzado mucho en nuestra estrategia de remodelar la conciencia colectiva, la memoria histórica. La sociedad fue nuestro primer objetivo y ella ya no nos ve como terroristas. Hemos pasado a ser jóvenes idealistas inocentes que luchamos por un mundo mejor.

Después de De la Rúa, la gente quería un presidente fuerte y Pettruck, nuestro producto, genera esa sensación en la mente del pueblo. Lenta, despaciosamente, hemos ido desplegando un arma clave para hacer la revolución: la intimidación. Hoy nuestras milicias populares son los piqueteros, dóciles a nuestras ordenes, hábiles para amedrentar. Los empresarios y los jueces tienen miedo, pero, burgueses al fin, siguen dispuestos, como en épocas de Lenín, a vendernos la soga con que los ahorcarán las masas.”

Después de aclarar que, a pesar de las similitudes no se estaba transmitiendo el pensamiento de Horacio Verbitsky, sino de un personaje de ficción, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino.

Síntesis del discurso pronunciado por el Dr Eduardo San Emeterio

“Hace ya 40 años y siendo un joven y orgulloso cadete de sólo 16 años, hice un juramento irrenunciable a mi patria, “la de seguir constantemente a su bandera y defenderla hasta perder la vida”. Junto conmigo muchos de los que hoy están injustamente privados de su libertad hicieron el mismo e idéntico juramento. Ellos lo cumplieron, muchos ofrendando lo más valioso, su vida y en muchos casos la de sus propios hijos.

…El derecho ha sido y sigue siendo violado constantemente por nuestras más altas autoridades. El Poder Ejecutivo, lo viola intimidando, amenazando y persiguiendo a los jueces probos, a quienes denuncia por sus sentencias, en tanto y en cuanto éstas sean contrarias a sus pretensiones, ideologías e intereses. Un antiguo adagio nos previene: "Quien no se inquieta ante la injusticia ajena, será su próxima víctima...”, en tanto otro nos enseña que si malo es "judicializar la política”, significativamente peor es "politizar la justicia”…

...La patoteril embestida presidencial contra toda la Cámara de Casación, el pedido de juicio político a cuatro de sus integrantes, por el hecho de no obedecer sus órdenes, el lamentable acto que la Asociación H.I.J.O.S. realizó en el domicilio particular del Dr. Alfredo Bisordi el día 28 de abril de este año, seguida de otra serie de acciones intimidatorios, como las de los Señores Kunkel, Montaña, Conti, todos miembros del Consejo de la Magistratura, o del señor Aníbal Fernández, no ha hecho más que confirmar mi presagio.

Estas intimidaciones, amenazas y acciones directas o indirectas promovidas y/o provocadas por el Ejecutivo por medio de sus fuerzas de choque, a las cuales nos tiene ya acostumbrado el señor Kirchner, han dado su resultado.
Señores Jueces, asuman y acepten su juramento de hacer justicia, no de simplemente aplicar el derecho, si no sienten la libertad necesaria, deleguen sus funciones en quienes no tengan las manos atadas, y objetivamente puedan conocer y resolver las causas, presenten sus excusaciones, sabremos entenderlos. Un gran servicio harán a la justicia, y mucho más la honraran de esta manera.

…Si suscribimos Tratados Internacionales, comencemos por respetarlos. De lo contrario denunciemos los mismos, reformemos la Constitución y, parafraseando a José Manuel Estrada tomemos el "hacha y destruyamos la Estatua de la República”.

Nada más apropiado para los tiempos que corren que recordar parte del contenido de una carta que hace casi ya 200 años escribiera Nicolás Rodríguez Peña a Vicente López como consecuencia el fusilamiento de Liniers: … ¿Qué fuimos crueles? ¡Vaya el cargo! Salvamos a la patria como creímos que debíamos salvarla. ¿Había otros medios? Así sería: nosotros no los vimos ni creímos que con otros medios fuéramos capaces de hacer lo que hicimos”, y adelantándose a los críticos, dijo: “Arrójennos la culpa al rostro y gocen los resultados, nosotros seremos los verdugos, sean ustedes los hombres libres”. Pues bien seamos los hombres libres y gocemos la libertad que nuestros compatriotas, ahora privados de ella nos han dado.

...Aquellos subversivos, ante el fracaso que sufrieron con las armas, son los mismos que actualmente ocupan cargos en el gobierno, y quieren vengar políticamente esa derrota, por medio del señor Kirchner y todos sus acólitos seguidores, como Carlos Kunkel (“El comandante”), Eduardo Luis Duhalde (“Demián”), Miguel Bonasso (“Cogote”) Horacio Verbitsky (Capitán Salazar), Juan Gelman (Teniente Pedro) el embajador Bettini (Soldado Emilio) asesino del Capitán Jorge Bigliardi, el gobernador Obei, (“El Ingeniero”) y una larga e interminable lista.

Gracias a que éstos fueron derrotados en una verdadera guerra, podemos hoy, todos, tanto ellos, como ustedes, los jueces y nosotros, gozar de una libertad que en caso de haber sido a la inversa la victoria, en este momento la gozaríamos como lo hace el pueblo cubano, o como la antigua Unión Soviética, y ahora la Venezuela de Chavez.

...Es por ello que vengo a denunciar la sistemática violación de los derechos y la negación de justicia a la que son sometidos nuestros defendidos, la anulación de las leyes de punto final y obediencia debida por parte del Congreso, que arrogándose facultades que no posee, conforme la misma Corte Suprema lo reconociera, dictó la Ley 25.779 declarando la nulidad de las leyes de obediencia debida y punto final, que habían sido dadas en un gobierno constitucional y ratificadas por la Corte Suprema en mas de diez oportunidades.

Esta Corte incurrió en un peor exceso que el Congreso, pues aplicó retroactivamente la ley de nulidad y, además, una categoría de derecho penal de fuente extranjera, la de los “delitos de lesa humanidad”.

Denuncio la violación del principio de prescripción de los delitos comunes imputados, la violación del principio de igualdad ante la ley, ya que únicamente el personal de las Fuerzas Armadas y de Seguridad son perseguidos por la figura de lesa humanidad. Sin embargo si como se afirma los delitos de lesa humanidad fueran delitos del derecho de gentes, no se entiende porqué se niega a perseguir a los terroristas por este delito. Tampoco porqué se considera que sus acciones no son crímenes contra la humanidad ó crímenes de guerra. La colocación de una bomba, en un comedor donde almorzaban policías y civiles y asesinar a más de 20 personas, para nuestras leyes es un delito común cuya acción penal esta agotada.

Denuncio la violación del principio de irretroactividad de la ley penal. Aunque la más grave violación ya ha ocurrido, la del principio de cosa juzgada y negación de los derechos adquiridos, caso que ya todos conocemos.

Denuncio la violación del principio de aplicación de la ley penal más benigna. La Interpretación del crimen por analogía y desconocimiento de la responsabilidad individual.

…Denuncio la Violación del principio Nullum crimen sine lege praevia, la prescripción de los delitos imputados, la constante negación de los derechos a esperar sus juicios en libertad, la cada vez más repetida agravación de sus condiciones de detención.

Denuncio el homicidio por abandono de persona del Suboficial Crucciani, a quien se le negó el derecho de una muerte digna, a pesar que los señores jueces conocían su gravísima condición de salud y los reiterados reclamos de sus abogados y familia...

…En un primer momento, se intentó combatir el terrorismo subversivo bajo la “potestas” de una Cámara Penal, y uno de sus jueces fue salvajemente asesinado.

En 1973, sin embargo, el presidente Cámpora amnistió a los guerrilleros, quienes en lugar de reinsertarse en la democracia como querían Perón y Balbín, reincidieron en la sedición a partir de los asesinatos de Aramburu, Vandor, Rucci y tantos más.

El 25 de mayo de 2003, cuando los descendientes de los Montoneros llegaron al poder, no buscaron el equilibrio de una nueva concordia sino el desequilibrio que prolongaba en el tiempo su ideología originariamente sediciosa.

…Deben Uds. los jueces restablecer el orden dentro de su competencia, deben restablecer el respeto exclusivo y excluyente a la ley, el respecto irrestricto a su mandato, y no es materia política la que pretendo se juzgue, pero desgraciadamente nuestros defendidos están siendo sometidos a un juicio político y como tal son verdaderos presos políticos.

…Por lo tanto señores Jueces, como conocedores del derecho, venimos en este acto a exigirles apliquen “el derecho” pero con “justicia”, juzguen con ecuanimidad e igualdad, honren sus investiduras, ejerzan su “potestas”, busquen la verdad, la Constitución les ha dado el poder para ello, les pedimos no la defrauden".

Lectura de versos tomados de un poema perteneciente al periodista Gualterio Rubén Brater

“Abuelas, Madres e HIJOS y el gobierno nacional
tienen algo en común, es la memoria parcial,
pues ellos solo recuerdan la mitad de la verdad.
En los 70 pasaron cosas para no olvidar
asesinos terroristas comenzaron a sembrar
su odio, terror y muerte en toda la sociedad.

Era tiempo en democracia y ellos querían lograr
según lo que pregonaban un gobierno popular
cuando ya las policías no los podían parar
fueron las FFAA y las de seguridad
que recibieron la orden del gobierno nacional
de aniquilar el terror para así lograr la paz.

Hoy después de 30 años, tenemos que soportar
que lo actuado por las fuerzas sea lesa humanidad
y las bombas terroristas, dulces mensajes de paz.

Los indultos militares todos se han de anular
pero el de los terroristas está prohibido tocar
y así… Cogote Bonasso en su banca seguirá,
y como el varias decenas de los funcionarios k
han de seguir en sus puestos pues nadie los moverá.
ya que jueces y fiscales a otro lado mirarán.

Reflexión del Presentador: "Quiera Dios, en su infinita justicia, iluminar y fortalecer a jueces y fiscales para que esta premonición del periodista Gualterio Ruben Brater no se haga realidad… Y que los terroristas de los 70 muy pronto encuentren la justicia que hoy reclaman. Como decía Sshakesperare en El Mercader de Venecia: “es muy fácil reclamar justicia a ultranza para los otros, pero la cosa cambia cuando los que la reclaman, pueden resultar, a la vez, juzgados”.

Síntesis de las palabras pronunciadas por la Señora María Cecilia Pando
El 25 de mayo del 2003, con la llegada de Néstor Kirchner al poder, el odio y la venganza se constituyeron en las únicas políticas de estado. Y con esta estrategia del odio militante, se anularon todos los intentos de cerrar las heridas del pasado con vistas a la reconciliación nacional.

Los terroristas de los 70, siempre hábiles en sus técnicas de infiltración a los partidos, encontraron la oportunidad histórica de convertir en triunfo político su derrota militar. Ya no necesitaban de las armas para conquistar el poder. Mimetizados en la clase política alcanzaron el gobierno. Y fieles a su desprecio a las instituciones, iniciaron el desmantelamiento de la república.

Su proyecto mesiánico, al igual que el de Chávez, exige la concentración del poder. Por eso hicieron del congreso una escribanía del poder ejecutivo e intentan que la justicia se convierta en un órgano ejecutor de las decisiones imperiales del matrimonio presidencial.

En la década del 70, el estado argentino contó con las fuerzas armadas y de seguridad, para detener la demencia criminal de quienes quisieron llevar al pueblo argentino al paraíso socialista por la senda del terror. Hoy son los jueces quienes tienen en sus manos la oportunidad histórica de defender al pueblo argentino de los atropellos autoritarios de la otrora izquierda blindada.

Hoy, que la república no presenta la amenaza de los 70, son los magistrados quienes deben protegerla con la pluma. Pues con sus fallos preservan la institucionalidad, que regula la paz social.

Los militares en la guerra, los magistrados en la paz. Ambos tienen obligaciones con la republica. De la claudicación o no de estos últimos, depende buena parte del futuro de esta nación.

Para eso estamos acá. Que nadie se equivoque. No venimos a pedir clemencia, ni impunidad. Venimos a exigir, a implorar a los jueces que no tengan miedo de cumplir y hacer cumplir la constitución nacional. Queremos volver a confiar en la justicia. Pero eso requiere de magistrados con valores, con honestidad, con independencia, con coraje cívico.

Los terroristas del ayer han guardado momentáneamente las armas. Y pretenden instrumentar a la justicia en su estrategia de venganza. En los 70, los socios del dipu - terrorista Carlos Kunkel asesinaban a sangre fría a los jueces que se oponían a sus designios. En el presente han perfeccionado las formas, y las amenazas y presiones vienen disfrazadas de legalidad. El Consejo de la Magistratura, hecho a imagen y semejanza del montonero Carlos Kunkel, constituye hoy el instrumento elegido para alinear a los jueces en el proyecto imperial.

Por eso estamos aquí, para pedirles a los jueces que no se dejen intimidar. Para reclamarles que ajusten sus fallos a derecho, que respeten la declaración de derechos y garantías de nuestra constitución nacional.

Pedimos a los jueces que tengan dignidad y que no permitan la prostitución de la señora justicia. La Que se ve denigrada:

Cuando a las fuerzas armadas y de seguridad que combatieron al terrorismo se les imputan delitos inexistentes en el momento de los hechos..

…Cuando hay militares, policías, y agentes del estado que superan los 9 años de prisión preventiva, en contra de todas las garantías constitucionales y de los tratados internacionales a los que la argentina se ve obligada.

Cuando los tiempos de prisión preventiva de los cuadros inferiores, superan las condenas de los miembros de las juntas.

Cuando se juzga solamente a los agentes del estado y se mantiene un paraguas protector sobre los terroristas. Mientras los primeros padecen persecución, los Bonasso, los Verbitsky, los Kunkel, los Vaca Narvaja, los Perdía, los Taiana, los Duhalde, los Urien, los Bettini, los Sanz, los Dante Gullo, y tantos otros, disfrutan plácidamente de las prebendas del poder.

…En definitiva, cuando, como el juez Rozansky en La Plata, permiten que se transforme el sagrado recinto de justicia en un circo romano al servicio de los intereses del emperador.

Para finalizar, hacemos nuestra, extendiéndola a todos los jueces argentinos, las palabras que Arturo Larrabure, hiciera llegar al juez que entiende en la causa del secuestro, tortura y asesinato de su padre:

“Con esa llaga en el alma generada por tantas preguntas sin respuesta, le pido que me ayude a volver a confiar en la justicia. Sé que ud enfrenta una decisión dificilísima, tan heroica como imprescindible para saldar con equidad y justicia el pasado. Debe optar entre la memoria o la historia, el coraje o la cobardía, la conveniencia o los valores, la justicia o la política; la jurisprudencia internacional o los sofismas ideados para amnistiar a los guerrilleros. Sé que estará sujeto a presiones; pero sé también que ud es un hombre justo que no desea que la tragedia vuelva a ocurrir; que no rehuye la responsabilidad histórica y moral que el destino ha puesto sobre sus espaldas”.

Nosotros también queremos volver a confiar en la justicia. Queremos soñar con una verdadera republica para nuestros hijos y esperamos, con toda la fuerza de nuestro corazón, que los magistrados tengan la dignidad suficiente para no permitir la prostitución de la ley.