Aún en casos de no coincidir ideológicamente con algunos artículos, me gusta Perfil. Realmente leo con interés las editoriales de su Director el Sr. Fontevecchia y a sus columnistas, Eliaschev, Leuco, Zunino, Castro, entre otros.
Respeto no solo la calidad de estos periodistas, que aún sin coincidir en el pensamiento, aprecio por su coherente honestidad ideológica; valor escaso en nuestra sociedad.
El Señor Fontevecchia muestra, con claridad, su lugar de detención en su artículo “El Olimpo, 30 años después”. Es importante recuperar la historia.
No admito la Esma, La Mansión Seré, El Olimpo, La Perla y muchos otros centros llamados de detención.
Hoy están allí, descubiertos y a la vista. Pero, estoy “preso”, como muchos argentinos de algunas dudas, ya que hubo otros, que fueron tan centros de detención y muerte, como los mencionados y que parte de la sociedad se niega a recordar. Pasado 30 años y con mis casi 70 años a espaldas, trataré de memorizar uno solo.
Un centro de detención y muerte, lugar calles Cordoba y Nicaragua –Rosario- marca Torino, fabricado por IKA Renault.
Para ello creo oportuno decirle, que la época “de los años de plomo”, no me la contaron, la viví con preocupación y miedo. Tiempos en que los gerentes de empresas, como yo, salíamos todas mañanas de nuestros hogares con miedo y no por ir a la guerra o por disputas laborales.
¿En qué museo estará, hoy, el auto del Ingeniero Amelong, Gerente de Control de Calidad de Acindar, atravesado por las balas de los guerrilleros?
Al Ingeniero Roberto Amelong, lo ejecutaron mientras llevaba de paso a sus tareas, al colegio, a su hija y a una compañera, en las calles de Rosario.
El Ingeniero Amelong jamás pidió custodia, aunque se la ofrecieron, era un empleado de una empresa, casado, con 10 hijos, amante de su familia y con muchos amigos.
No se le conocía actividad gremial o política alguna, era un simple padre de una familia numerosa que fue asesinado por el solo hecho de ser personal jerárquico de una empresa.
Los casos, como el del Ingeniero Amelong fueron muchos, basta leer los diarios de la época para enterarnos de cuantos.
Cordialmente
Vicente Pando
DNI 7973490
vicentepando@hotmail.com
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