sábado, 30 de mayo de 2009

El 02 de Junio a las 18:00 hs volvemos a Plaza Mayo - 33er Homenaje a las Víctimas del Terrorismo

Tal cual lo venimos haciendo todos los primeros martes de cada mes, el próximo martes 02 de junio a las 1800 hs llevaremos a cabo el 33er Hormenaje a las Víctimas del Terrorismo en la histórica Plaza de Mayo.

Con la consigna de "una Plaza sin Discriminaciones y una Justicia sin Impunidad para los Terroristas de los 70", iniciamos esta actividad el 4 de marzo del año 2008.
Y nada ha logrado quebrar nuestra firme voluntad de continuar trabajando en esta dirección. Ni las amenazas, ni el cansancio. Nada, ni nadie ha logrado minar nuestra determinación.

Sabemos que estamos trabajando por el futuro de nuestra querida patria.

Porque la visión distorsionada de la historia que se nos ofrece desde distintas instancias gubernamentales y no gubernamentales, se constituye en el origen de múltiples injusticias que se viven el presente... y en la posibilidad latente de alimentar odios, que nos lleven a un nuevo enfrentamiento entre argentinos.

viernes, 29 de mayo de 2009

LO QUE LOS TERRORISTAS SIENTEN AL MATAR.

En su libro Los Abusos de la Memoria, relata Tzvetan Todorov que los hechos dolorosos del pasado pueden leerse de manera literal o ejemplar. La lectura ejemplar tiene lugar cuando extraigo una lección de ese pasado que se convierte en principio de acción para el presente. David Rousset actuó de esa manera pidiendo a sus compañeros de cautiverio en los campos de concentración nazis que condenaran con igual rigor las atrocidades que en ese momento acontecían en los campos de concentración soviéticos.

Ese llamamiento produjo el efecto de una bomba entre sus compañeros comunistas, que se negaron a llevar adelante la investigación. Ellos tenían una visión sesgada de la historia, una memoria literal.

¿Con qué clase de memoria se recuerda este horrible atentado de Montoneros, que, como parte de su plan criminal, costara la vida de policías y civiles?

No sería extraño que – como ha ocurrido con los casos de Argentino del Valle Larrabure, Humberto y María Cristina Viola- leyésemos en algún diario que ellos, fueron “ajusticiados”, no vilmente asesinados.

¿Qué derecho tenían para ajusticiar a alguien? ¿Qué derechos tienen ciertos periódicos para continuar irresponsablemente difundiendo la lógica de violencia que olvidó el sagrado valor de la vida?

Mis preguntas tienen relación con un tema crucial planteado por el entonces Cardenal Ratzinger en la conferencia “El Ocaso del hombre. La apuesta por la fe”,[1] que diera años atrás en la Universidad de Cambridge.

Denunció allí que “desde sus propias raíces el terrorismo es un moralismo ciertamente desviado, que se convierte en una cruel parodia de las metas y caminos auténticos de la moralidad….En el terrorismo la moral reside no en el ser, sino en el futuro. Es el hombre quien debe proyectarla. El único valor moral que se da es la sociedad futura, en la cual será realizado todo aquello que ahora no existe. En el presente, pues, la moral consiste en el afanarse por esta sociedad futura. De esto se sigue que el criterio moral nuevo suena así: moral es lo que sirve para el advenimiento de la nueva sociedad…La moral se torna “científica”: tiene por meta no un “fantasma”: el cielo, son un fenómeno producible: la nueva era.

En Europa ha habido, gracias a Dios, un vasto decaimiento de las prácticas terroristas; pero los fundamentos morales del terrorismo no han estado sujetos a superación y hasta tanto no suceda esto, pueden volver a emerger en cualquier momento…”.

El tema fue también por abordado por Juan Pablo II en un documento memorable titulado “No hay paz sin justicia. No hay justicia sin perdón”) donde denunció que “el terrorista piensa que la verdad en la que cree o el sufrimiento padecido son tan absolutos que lo legitiman a reaccionar destruyendo incluso vidas humanas inocentes. ... Pretender imponer a otros con la violencia lo que se considera como la verdad, significa violar la dignidad del ser humano y, en definitiva, ultrajar a Dios, del cual es imagen...¡No se mata en nombre de Dios!...; las injusticias existentes en el mundo nunca pueden usarse como pretexto para justificar los atentados terroristas. Si nos fijamos bien, el terrorismo no sólo instrumenta al hombre, sino también a Dios, haciendo de él un ídolo del cual se sirve para sus propios objetivos. El terrorismo se basa en el desprecio de la vida del hombre. Precisamente por eso, no sólo comete crímenes intolerables, sino que en sí mismo, en cuanto que recurre al terror como estrategia política y económica, es un auténtico crimen contra la humanidad”.

El profundo y certero análisis del recordado pontífice, coloca sobre la mesa la indiscutible responsabilidad de los educadores. Muchos de los guerrilleros que salieron de colegios religiosos de Santa Fe, creían que estaban siguiendo la causa de Dios. No cometamos, entonces, la locura de volver a consentirlos. Condenémoslos vehemente donde los veamos resurgir. Rescatemos el valor de todas las vidas, no importa lo que cada uno piense.

¿Cabe preguntarse esta tarde qué habrán pensado los guerrilleros que hicieron detonar el artefacto explosivo, sabiendo que su acción troncharía vidas, sueños, proyectos, de policías que volvían de custodiar un partido de futbol?

Tal vez hallemos por analogía la respuesta, leyendo el libro Patriotas de la muerte, que refleja las investigaciones de Fernando Reinares respecto a lo que los terroristas etarras sienten al matar.

"Tuvimos a este hombre 24 días encerrado”- confiesa un etarra. “Hablamos de todo. Era muy campechano. Llegábamos a abrazarnos. Entonces un día me dijeron: ”Oye…le tienes que pegar un tiro”. No me acuerdo de ningún sentimiento de pena por esa persona ni nada de eso. ¡No se mata a la persona! Incluso cuando uno de ETA que mata a un guardia civil o lo que sea, no mata a la persona. Estás atacando a un símbolo y si eres capaz de no ver a la persona…no sufres”.

Lamentablemente para muchos, los civiles y militares asesinados por la guerrilla parecen no haber tenido derechos humanos. Son símbolos, objetos, a acribillar.

Como abogado de Arturo Larrabure, Maria Cristina Picón de Viola y Nelda Vargas de López, tengo el honor de acompañarlos en la apasionante batalla jurídica para que dejen de serlo, una batalla que comienza a dar frutos. En esta ciudad de Rosario el Fiscal General Dr Claudio Palacín honró a la justicia argentina estimando que el crimen del Cnel Larrabure era, en principio, de lesa humanidad y debía ser investigado. Días atrás la Cámara Federal ratificó que el procedimiento legal que condujo al Dr Palacín a dictaminar era legalmente inobjetable, por lo cual su dictamen estaba vigente y debía cumplirse.

Ello enciende una luz de esperanza para esta nueva clase de desaparecidos: los desaparecidos de la memoria pública. Siempre he sostenido que las desapariciones fueron un grave error y que es hora de que todos los muertos descansen en paz. No obstante pienso que más doloroso aún que no saber dónde se encuentran los restos de los seres queridos, es comprobar que se intenta borrarlos de la historia como si nunca hubieran existido, como si no hubieran dado su vida por la patria.

Ojalá que el año entrante, al volvernos a reunir en este sitio, nuevas causas se hayan abierto, nuevos jueces y fiscales hayan comprendido y asumido la responsabilidad que la historia ha puesto sobre sus espaldas, para reconciliar la patria juzgando a todos.
Dr. Javier Vigo Leguizamón

miércoles, 27 de mayo de 2009

A los hijos de los prisioneros políticos

En los últimos años he recibido varias cartas de hijos de héroes presos. Los llamo así porque si hay algo que tengo en claro es que, sin las acciones de quienes hoy están presos, Argentina sería Cuba desde los años 70. Ellos ganaron la guerra en el campo de las armas. Los responsables políticos la perdieron políticamente. Por culpa, o por error, o por falta de adecuada formación política. No soy quien se arriesgue a leer en sus conciencias. Lo hará Dios. En cuanto al juicio que merecen sus acciones de gobierno y los resultados de dichas acciones, es competencia de los historiadores. Baste, ahora, tener grabado a fuego, esta verdad: sin el sacrificio de nuestros combatientes, Argentina se hubiera convertido, irremisiblemente, en una Cuba en aquellos dramáticos años.
Es notable una coincidencia: los que se mueven, los que escriben, los que actúan, son los más jóvenes. Sus padres eran muy jóvenes en los 70. Fueron los que se enfrentaron cara a cara con el enemigo, en el monte o en los centros urbanos. Es notable en estos muchachos y chicas ver como el orgullo por sus padres trasciende su dolor. Los entiendo. Fui hija de un preso político a los 14 años. Después lo sería de un muerto que cayó por Dios y por la Patria. Recuerdo mi primera visita a una cárcel común. Villa Devoto. Eran tiempos como estos en que se ordenaba a los guardias un trato vejatorio a los familiares. Tiempos de persecución religiosa, quema de templos, Satan dans la citté. Desde mis 68 años miro hacia atrás y me doy cuenta de que si bien esa experiencia de los 14 me marcó demasiado fuerte, también es cierto que me preparó para otras experiencias más duras.
La soberbia es mala pero no lo es el orgullo bien habido. A ustedes, hijos de prisioneros de guerra, les corresponde llevar bien alto el orgullo de ser “fijosdalgos”, hijos de alguien. Esa es la certeza que los sostendrá en la vida. Son chicos con historia porque sus padres son parte de la historia de la Patria. Ellos hicieron de sus vidas un acto de servicio y de sacrificio. Ayer, se tutearon con la muerte y hoy asumen la prisión como un último acto de servicio. Quizás los entienda muy bien porque fui hija de un preso cuyo último acto de servicio fue la muerte.
Sigan unidos y enteros porque eso los hará más fuertes. Sus padres podrán estar tan orgullosos de ustedes como ustedes de ellos. Como la guerra sigue siendo la misma y el enemigo el mismo, me despido como solíamos hacerlo en nuestra militante juventud:
¡Por Dios y por la patria hasta que la muerte nos separe de la lucha!

Mará Lilia Genta

YO NO QUISE ser parte de esta lucha.

Mis padres no quisieron que yo fuera parte de esta lucha, siempre quisieron mantenerme al margen para que no sufriera y para que no tenga sentimientos negativos para con quien fue (e insiste en ser) el enemigo, pues no quisieron que odiara a quienes desde el 2003 conducen el destino de nuestra querida, hoy, semi - república. Los mismos que hace mas de tres décadas se jactaban de los atentados, secuestros y asesinatos que cometían.

No fui yo, no fueron mis padres... fueron aquellos que promueven la venganza por no haber logrado su objetivo político – militar en los 70 y que hoy ocupan los más altos cargos gubernamentales y los utilizan para lograr su fin, la destrucción del personal de las FF.AA y de seguridad y en consecuencia, de sus familias. Ellos fueron los que se encargaron de involucrarme en esta lucha, a mi y a mi generación, a través de discursos falsos y constantes omisiones a la verdadera historia. Son los que no quieren que la herida cierre sino que buscan profundizarla a través de cualquier medio (hoy mas "diplomático" que aquel violento y sanguinario que empleaban cuando actuaban en la clandestinidad), impidiendo que nuestra sociedad viva en paz y que pueda progresar, pues esto seria para ellos su peor enemigo, la sociedad argentina unida.

YO NO QUISE odiar.

Mis padres no quisieron que odiara, me enseñaron que este sentimiento no era propio de un chico de bien y que solo me perjudicaría a mi ya que no podría vivir en paz. Insistieron con que debía perdonar, así como el Coronel Larrabure luego de haber sido torturado física y psicológicamente durante mas de un año en una cárcel del pueblo y a manos del ERP, le pidió a sus hijos que perdonaran a sus verdugos.

No quise yo, no quisieron mis padres que yo odiara... fueron los mismos que desde los 70 hasta la actualidad se encargan de engendrar el odio en toda la sociedad y, lo que es peor, entre la sociedad. Los que insisten día a día para que yo y para que tantos otros jóvenes que también quisieron (como debe ser) mantenerse al margen de esta situación sintamos el mismo odio visceral que sienten ellos para con los integrantes de las FF.AA y de Seguridad que, representando al deseo de la sociedad de ese entonces y respondiendo a un decreto emitido por un gobierno constitucional apoyado por la gran mayoría de la población, los enfrentaron y derrotaron en una guerra que, sin duda alguna, no buscaron.

No buscaron la guerra, se vieron inmersos en ella, y como SOLDADOS cumplieron con su deber, aniquilando el accionar subversivo y asegurando la libertad y la democracia para que nosotros las disfrutemos y para que los terroristas apátridas de ayer se jacten de democráticos cuando, todos sabemos, lo que menos buscaban era un sistema de estas características.

Mientras tanto, aquellos SOLDADOS que dieron todo por nosotros y por la patria, hoy sufren una persecución política, ilegal e indiscriminada a manos de los Montoneros de ayer y de hoy que, en vez de poner bombas, pisotean la Constitución Nacional para saciar su deseo de venganza por no haber podido imponer su modelo político.

YO NO QUISE ODIAR.YO NO QUISE FORMAR PARTE DE ESTA LUCHA, pero soy hijo de un SOLDADO PRESO POLITICO y ESTOY MUY ORGULLOSO DE ELLO, y son los montoneros que están en el poder los que me han hecho parte arruinándole la vida a mi familia.

Patricio Joaquín Alsina
Hijo de Preso Político y Veterano de Guerra contra el Terrorismo Marxista.

viernes, 22 de mayo de 2009

Montoneros - Conexión local de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA

The American Club of Buenos Aires
Club Americano de Buenos AiresViamonte 1133-Piso 10º (1053ABBBW) Cdad. Aut.de Buenos AiresRepública ArgentinaTe/Fax (54 11) 4373-8801/04- Ext. 2
clubamericano@fibertel.com.arwww.americanclub.org.ar
Invitación Personal-Reservada-




Por la presente le invitamos a la presentación del libro “Montoneros Conexión local de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA” de recientemente publicación en la Republica Argentina. Dicho evento tendrá lugar el próximo día martes 26 de Mayo, a las 19:00 Hs. en la sede del Club Americano de Buenos Aires, Viamonte 1133, Piso 10. CABA

Entre las personalidades que presentaran la Obra, contaremos con la presencia de:

Embajador Emilio Cárdenas. Abogado. Facultad de Derecho, Universidad de Buenos Aires; University of Michigan (MCL). Prof. de Derecho Universidad de Buenos Aires, Universidad Católica Argentina y en la Universidad de Illinois US. Fue Embajador y Representante de la República Argentina ante la ONU y Embajador Argentino ante Dominica y Guyana. En 1997, fue designado Representante Personal del Secretario General de las Naciones Unidas en Irak. Presidente de la International Bar Association y miembro del Comité Internacional Asesor del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU. En 1999 fue designado por el Secretario General de las Naciones Unidas, miembro del “Comité de Inversiones de las Naciones Unidas”.

Dr. Ramiro Anzit Guerrero. Doctor en Derecho Penal (USAL). Magíster en Estudios Estratégicos (INUN). Prof. Titular Doctorado UMSA. Prof. Titular USAL. Autor de los libros Terrorismo, análisis de un condicionante critico; Manual de inteligencia y seguridad urbana; Triple frontera ¿terrorismo o criminalidad? y temas de seguridad internacional. Presidente del Centro Argentino de Estudios sobre terrorismo (CAET). Miembro del Internacional Association for Counterterrorism & Security Professionals (EE.UU.) Coordinador general de la carrera de Especialización en Estudios del Medio Oriente por la Universidad Nacional de La Matanza y la Fundación TESA. Ex jefe de Staff del Centro Islámico Rey Fahd (Reino de Arabia Saudita).

Lic. George Karim Chaya, Autor del libro.

Finalizado el acto a las 20:15 horas, se servirá un vino de honor.

Esperamos contar con vuestra presencia.

*Importante: Se requiere confirmación de asistencia a http://ar.mc593.mail.yahoo.com/mc/compose?to=georgechaya@georgechaya.org

Carta de la Hija de un Preso Político

Estimados:

Ustedes saben que a partir de 1994 se incorporan los tratados internacionales a la Constitución Nacional. Uno de ellos, el Tratado de Roma, define el delito de lesa humanidad. En Argentina, tomaron esa definición y la identificaron con la guerra de los ’70. Luego, comenzaron a aplicar esta figura a algunos de los que participaron de aquella guerra sin darse cuenta de que están aplicando una ley de manera retroactiva, lo cual no está permitido por nuestra ley.

Mi padre, Alejandro G. Duret, es militar. En ese momento de la historia tenía 23 años. Hizo una carrera impecable, ganando enemigos si era necesario en defensa de lo correcto a favor de la nación y la institución. Hoy se siente abandonado por esa institución a la que dedicó su vida.

Está preso hace 3 años y medio y la semana que viene empieza el juicio en Mar del Plata, con lo cual es probable que nos vean en la tele. Quiero avisarles de esto para que no se asusten cuando lo llamen “represor” o lo vean esposado con intención de humillarlo. Mi viejo es un tipo recto, de moral intachable, no sabe mentir y cumple su palabra.

Lo metieron en una causa de un desaparecido a partir de testimonios falsos e interesados. Lo peor es que ese desaparecido era amigo de K, según dice, y K está detrás de todo esto.

A mi viejo no lo dejaron venir a mi casamiento. Mejor dicho, los jueces sí lo autorizaron pero Aníbal Fernández no autorizó el traslado a la iglesia. ¿Dónde está la independencia de poderes? ¿La república?

Mi papá se quedó con el jacket puesto en la puerta de la cárcel. Los penitenciarios que iban de custodios habían pedido trajes prestados para acompañarlo a semejante evento. A las 19.50, me llamó por teléfono al auto que me llevaba a la iglesia: “Flaca, no me vienen a buscar, así que entrá con Nico.” Yo entré con mi hermano. La iglesia estaba llena no por mí, ni por mi marido, si no por mi viejo, que tiene amigos de fierro. Mi mamá quedó con el corazón destruido.

Mi madre no puede perdonar que no lo hayan dejado siquiera entrarme a la iglesia, porque siempre fue un padre ejemplar. Ella nunca se preparó para ser mujer de un preso porque no se casó con un delincuente. Si uno se casa con un delincuente, sabe que tarde o temprano puede caer en cana, pero cuando uno se casa con un hombre de bien que siempre se mantuvo en la legalidad, sabe que puede enviudar, no tener hijos, tener hijos con problemas graves... pero que caiga preso ilegal e injustamente es un dolor que nos toma por sorpresa y que duele cada día, aunque nos damos cuenta de que la vida sigue.

Yo me pregunto, ¿tan importantes seremos para que el ministro del interior se ocupe de firmar ese papel un sábado a la noche?! Evidentemente, sí. Pero todavía no entiendo porqué.

Mi perro, desde que lo separaron de su amo, tiene síntomas varios. Según la filosofía oriental, manifiesta una injusticia muy grande que está sufriendo la familia y tiene mucha incertidumbre sobre el futuro.

Mi abuelo vive tomando pastillas para la presión, mi abuela hace yoga, mi mamá se despierta de sus escasas horas de sueños con dolores espantosos de cabeza y náuseas. No hay cuerpo que lo resista. Mi hermano lleva el proceso por dentro. Yo, por suerte, tengo a mis alumnos, que no saben nada hasta ahora. ¡Y lo bien que me hizo tener la cabeza en mi laburo! Si no, no te desenchufás. ¡Es una injusticia tan grande! Y parece sin salida…

Papá estuvo preso en un cuartel, en Marcos Paz, en Campo de Mayo, la próxima es Batán. Y nosotros vamos a visitarlo siempre que podemos y el régimen carcelario lo permite. Requisa mediante, no saben el estrés que uno pasa.

Ahora, se aproxima el juicio y va a comenzar ¡aunque haya un juez recusado! (para los que no están al tanto, un juez puede ser recusado cuando se sabe que no va a ser imparcial en su juicio por razones fundamentadas.) La recusación está aceptada, pero ese juez va a estar allí.

Algo más: el juicio no tenía fecha de inicio hasta que, el 30 de abril, avisaron que sería en La Plata con inicio el martes 26 de mayo –¡ya!– y con finalización el 2 de julio… lo cual era imposible porque había un juez recusado: la ley no lo permite. ¿Qué pasó!? El martes pasado no sólo insisten en que el juicio empieza de todos modos, sino que se acorta!!!! de manera tal que la sentencia se dicte en la semana anterior a las elecciones del 28 de junio. Esta vez, en Mar del Plata… ¿pensará cerrar allí su campaña K?

Es probable que Diana Conti esté presente. Ella preside el Consejo de la Magistratura, encargado de monitorear a los jueces, en caso de que los visitados “merezcan” perder el trabajo o la jubilación. Los jueces deberían ser imparciales y juzgar de acuerdo con sus estudios, moral y sentido común, no pueden sentirse amenazados ni permitir irregularidades. Esto va en detrimento de inocentes que deben demostrar que no son culpables (al revés de lo que establece la constitución). Si no se revierte la situación, toda la Argentina se verá muy perjudicada. Yo espero que los jueces sean dignos y que piensen que si pierden su cargo hoy injustamente, en un futuro cercano, una justicia imparcial y sin presiones, se lo restituirá. Si no lo son, el círculo sigue girando.


Tenemos mucha gente amiga que va a viajar a Mar del Plata. Lo necesitamos para contrarrestar a los otros, que van pagados y gritan tanto que parecen tener razón (qué contradicción). Hay un libro que, arbitrariamente, sacaron de los anaqueles a la semana de estar en venta. ¿Libertad de prensa? Conecta a la AMIA con Montoneros. Nos ofrecieron venderlo y quedarnos con la ganancia para que los que vayan no tengan que correr con la totalidad de los gastos.

Las fechas previstas son: 26 y 28 de mayo, 3, 4, 8, 9, 10, 16 y 18 de junio. Sólo falta la sentencia, que será en un circo la semana del 22 de junio, según convenga a la campaña… ¿Tendrá cargo de conciencia por algo y quiere compensar a la familia de este desaparecido a cualquier costo? -siempre que pague otro (mi papá, un jefe y el estado).

Por eso, sepan que, digan lo que digan los medios, por más que lo hagan entrar esposado o que lo escupan en la cara, mi viejo es un ser excelente, generoso y desinteresado, que ha dado su vida por la patria más de una vez y que le duele enormemente vernos sufrir una vez más por las obligaciones de su profesión, que es, indudablemente, su vocación. Nosotros, su familia, así lo aceptamos y lo admiramos.

Les adjunto un escrito que me salió del alma en agosto del año pasado.

Gracias por prestarme su “oído”.

Lía V. Duret

Escrito por la autora en Agosto del 2008

¿Quién es capaz de viajar desierto adentro a tantear minas subterráneas para que no maten o mutilen a un “x”? ¿Quién es capaz de hacerlo… y lo hace realmente?

De esos corajudos que dan su vida (si explota la mina, el riesgo y la vida son de ellos), vamos a decir, por la humanidad… puesto que desconocen al posible distraído que pierda su vida o un brazo, al pasar por allí. De esos corajudos, ¿cuántos no tienen a nadie en el mundo y cuántos tienen a una familia que los espera para abrazarlos fuerte después de semejante hazaña? ¿Puede Ud. decirme, señor lector, cuántos? Y ¿quiénes son? ¿Quién, en este mundo amarrete, es capaz de ceder su tiempo –todo– y donar su vida “por la humanidad”, o sea, por nadie y por todos a la vez?.

El que lo hace no necesita, ni quiere, una recompensa económica que salve a su familia de por vida. No porque ya tenga lo suficiente, sino porque siente que el dinero no lo es todo. Tiene una familia que le inculcó ese valor y el de dar su vida por todos o por nadie, no por su familia, sino por toda la patria, su patria. Y tiene una familia a la que le enseñó que es normal dar la vida y el tiempo por los demás sin esperar nada a cambio.
Con el correr de la vida y del tiempo, a los 30 años, me doy cuenta de que no es normal dar la vida y el tiempo por los demás, y menos lo es hacerlo sin esperar nada a cambio. Veo que el corajudo del que le preguntaba al principio es un ser excepcional. Hay unos pocos de ellos en el mundo. Muchos son militares (mala palabra en Argentina), que entrenan para entregar su vida de manera eficiente y no tontamente.

Tengo el orgullo de decir que mi padre es uno de ellos. Es uno de los que dedicó su vida y su tiempo a la patria –a todos en general y a nadie particular, señor lector. Hizo de esto su estilo de vida… y yo no me daba cuenta… ¿Se dará cuenta la patria? Espero que todos en general y nadie en particular lo sepa/n reconocer y, por qué no, admirar, como yo.

Pero más que un gesto de admiración, espero que ese estilo de vida se vuelva normal en nuestro mundo, donde el único valor parece ser el monetario. Porque, le digo señor lector, que es un Orgullo enorme pertenecer a una familia que vive así su tiempo terrenal, y espero que se vuelva tan normal, que yo no necesite valentía para inculcarlo a mi descendencia con el ejemplo, como lo recibí en mi casa.

Lía Duret (agosto 2008)

miércoles, 13 de mayo de 2009

Dobles víctimas (JorgeAsisDigital.com)

Las esposas de los militares presos. Víctimas de la Dictadura y de la Democracia.

Escribe Oberdán Rocamora Redactor Estrella, especial para JorgeAsísDigital

Olvidate, Rocamora, de los desaparecidos. Despreocupate para siempre de tus amigos presos. No hay nada que hacer. Perdieron
Redacción de Clarín, Confidente anónimo, 1979

Recibióse la visita de una delegación de damas. Conforman la AFYAPPA, Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina.
Irrita, en el país del oportunismo y de los altibajos, la mera apelación a la existencia de “presos políticos”. Aunque estén catalogados como presos de Lesa. De “lesa humanidad”.

Trátase de una organización casi clandestina. Carece de oficinas. Cuenta apenas con una página web.En los alrededores del edificio donde se celebró la entrevista, una ristra de fisgones profesionales buscaban datos, según nuestras fuentes, para confeccionar un informe de inteligencia. Innecesario, en todo caso. Porque lo aporta, democráticamente, el Portal.

Diez damas dignas. Nueve, son esposas de detenidos. La décima, es hermana.Algunos maridos residen en el presidio de Marcos Paz. Otros, en Campo de Mayo.A los efectos de no perjudicar, aún más, las coyunturas personales de los presos, se decide reservar las identidades respectivas de las mujeres visitantes.Cada caso alude a un dramatismo familiar, donde brota la sensación del desamparo. De la perplejidad y, a veces, la injusticia.

Demasiado jóvenes

Cuando protagonizaron los hechos que se les imputan, los presos contaban entre 23 y 25 años. A lo sumo, 26. Demasiado jóvenes para atribuirles la carga de la decisión. En la Marina, la Policía o el Ejército.

Las señoras saben que están socialmente, culturalmente solas. Que políticamente es incorrecto divulgar las fatalidades de sus presentes. Las facturas históricas que tienen que pagar. Por la culpa de ser parientes. La aceptación, en principio, de la ausencia. Consecuencias de aquellas malditas instrucciones generadas en lo más alto del Proceso Militar. Que supo, en gran parte, convalidar la sociedad civil que hoy les brinda, también, la espalda.

El Proceso, o la Dictadura, es circunstancia política que ninguna de ellas defiende. Tampoco reivindica. A lo sumo, es una instancia que padecen.Ellas son, en cierto modo, dobles víctimas. De la Dictadura, en primer lugar. Pero también son víctimas de esta versión vengativa de la Democracia. Un sistema de convivencia, de organización de la sociedad, que les reserva, tan sólo, el lugar del calvario. La condena social es equiparablemente menos cruel que la indiferencia. O la resignación hacia el silencio, con la sumatoria del olvido. Sobre todo por el olvido de las autoridades de las armas respectivas, las cuales carecen de responsabilidad institucional. Ni siquiera se hacen cargo por haberlos introducido en este laberinto. Sin que les financien, siquiera, los servicios de un abogado.

Mientras invariablemente prospera, en las familias quebrantadas, la indeseable germinación de los rencores, aquellos veinteañeros hoy ya merodean el sexenio. Son los que deben financiar la moralidad ficcional del gobierno que asume, con la obediente colaboración de la justicia dependiente, la impostura del progresismo que separa. Que profundiza las grietas. Que arbitrariamente descarta.Conste que se habla de un gobierno que supo consagratoriamente modificar aquel concepto noventista del “roban pero hacen”.Lo suplen, desde hace cinco años, por el “roban pero juzgan”. Y además, gloriosamente, “los condenan”.

Espejos

Las señoras saben, además, que a algunos de los maridos los aguarda la celeridad de un coincidente juicio oral. Con los jueces transitoriamente presionados por las necesidades de campaña del Ejecutivo. Por lo tanto se aspira a emitir lecciones judiciales de ejemplaridad, con el castigo “a los genocidas”. Es de esperar alguna condena notoria para poco antes del 28 de junio.

Igual que las obras públicas, la impostura humanitaria debe, participar, también, del keynesianismo electoral.

Las víctimas dobles atraviesan una suerte de limbo civil. Sin embargo se las percibe aún vigorosas. Con la responsabilidad de sostener, a pesar de todo, la integridad de sus familias. Entre el olvido institucional de las fuerzas que supieron instruir a sus maridos, cuando eran demasiado jóvenes. A los efectos de luchar contra aquel “enemigo apátrida”. El que aspiraba a suplantar la insignia nacional por un “trapo rojo”. Y otros slogans por el estilo. De desgarrante evocación.

Cuando las dobles víctimas quieren verse en el espejo de los maridos condenados, asumen la obligación del sometimiento. Las revisaciones ultrajantes que mantienen la atmósfera de la humillación.Aquel “algo habrán hecho”, que legitimaba la indiferencia de una sociedad que aceptaba las urnas bien guardadas, y que mayoritariamente nada quería saber con los que perdieron -desaparecidos o presos políticos-, en cierto modo se reitera hoy.“Por algo” están en el Pabellón de LESA.

Las dobles víctimas pertenecen a la legión intercambiable de los que perdieron. Los maridos entonces deben envejecer en una celda y jorobarse, como sus familias. Carecen de derechos para recibir las solidaridades triviales de la divulgación. Tampoco pueden recibir la visita de ningún camarada, de los que se encuentran en actividad. Y que pueden leer este despacho, con cierta desolación.

De todos modos les cuesta, a las víctimas dobles, habituarse a la perennidad de la postergación. A la certeza inmutable del dolor. Prefieren desmenuzar, casi ansiosamente, sus reivindicaciones. Denunciar la conjunción de lo que consideran irregularidades. Ante cualquier referente de relativo poder, que acceda, al menos -en el país del oportunismo y de los altibajos-, a escucharlas. Con un atisbo, siquiera, de sospechosa humanidad.

Oberdán Rocamorapara JorgeAsísDigital

sábado, 9 de mayo de 2009

Aclaraciones Pertinentes a la Opinión Pública

En consideración a noticias de público conocimiento aparecidas en algunos medios de comunicación, referidas al pintado en Plaza de Mayo de blasones negros sobre los Pañuelos Blancos que simbolizan a la Asociación Madres de Plaza de Mayo, y a una presunta denuncia penal presentada por el actual Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña, en contra de mi persona, como presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina, cumplo en efectuar las siguientes aclaraciones:

1. Respecto al pintado del Símbolo de las Víctimas del Terrorismo por sobre los Pañuelos Blancos de las Madres de la Plaza de Mayo.

Fue el día martes 04 de marzo del año 2008 el Primer Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en Plaza de Mayo. Fue en dicha fecha, la primera oportunidad en que se pintó sobre este lugar histórico, el símbolo de las víctimas que dejó en nuestra patria el accionar terrorista en la década del 70. Los que iniciamos esta cruzada por la verdad histórica reclamamos ese día una Plaza sin Discriminaciones y una Justicia sin Impunidad para los Terroristas de los 70.

Porque respetamos el dolor de las Madres de Plaza de Mayo, tuvimos especialmente en cuenta no tocar, ni ensuciar el símbolo que históricamente las ha representado. Sin embargo, sosteníamos y seguimos pensando, que los pañuelos pintados en la plaza sólo representan una parte de la terrible tragedia que sufriera el pueblo argentino en la década del 70. Ninguno de los sectores que participaron del conflicto armado puede sentirse propietario exclusivo del dolor. En Plaza de Mayo faltaban las Víctimas del Terrorismo, para que la memoria hemipléjica diera lugar a la historia, y de la mano de ésta pudiéramos llegar a la postergada reconciliación nacional.

Pero nuestra actitud generosa no fue correspondida por la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que dos días después, bajo el grito estrepitoso de que la Plaza era de las Madres y no de los Cobardes, tachó con pintura negra y roja el humilde símbolo que representaba a nuestras víctimas. Basta con entrar al sitio de Internet de dicha asociación para comprobar fehacientemente lo que estamos afirmando.

Pero no estábamos dispuestos a renunciar a nuestro reclamo, y cada martes del 2008, volvimos a Plaza de Mayo a pintar nuevamente nuestro símbolo sobre las tachaduras del odio y del resentimiento que pretendían negar a nuestros muertos. Durante todos nuestros actos del año 2008 sus pañuelos históricos jamás fueron tocados, mientras que nuestros símbolos eran sistemáticamente tachados todas las semanas. Nosotros respetamos su lugar, respetamos su dolor, y pretendíamos tener el mismo tratamiento.

A principios del presente año, la Asociación Madres de Plaza de Mayo cambió su estrategia. Habían fracasado en su intento de hacernos desistir de nuestra lucha. Las tachaduras, las amenazas y los insultos no habían quebrado nuestra serena y firme convicción de continuar trabajando por una Plaza de Mayo para todos los argentinos. Fue entonces que decidieron reemplazar las tachaduras de brocha gorda, por el dibujo de nuevos pañuelos blancos por sobre el símbolo de las víctimas del terrorismo. Ya no quedaba ninguna duda. Considerándose a sí mismas las dueñas de la plaza y las propietarias exclusivas del dolor, directamente tacharon con su pañuelo blanco el símbolo de nuestros muertos, tratando de completar de este modo el olvido sistemático de las víctimas del terrorismo.

Nos pareció demasiado. Durante todo un año habíamos soportado en silencio que se tache nuestro reclamo con pintura negra y roja. Pero ahora ya no era lo mismo. No se trataba de tachaduras anónimas e inorgánicas. Las Madres de Plaza de Mayo, a quienes nosotros habíamos respetado en su dolor, en un acto de soberbia y desprecio por nuestros muertos, pretendieron con su pañuelo hacer desaparecer de la historia a las víctimas del terrorismo demencial.

Esa fue la razón por la cual decidimos recuperar nuestro lugar. Y en todos los sitios donde estaban originariamente pintados nuestros símbolos, volvimos a dibujarlos, aunque en los mismos estuviera pintado en el presente un pañuelo de las madres. Sus pañuelos históricos fueron nuevamente respetados, ya que sólo representamos el símbolo de nuestras víctimas en aquellos lugares donde sistemáticamente habíamos sido tachados por la Asociación Madres de Plaza de Mayo.

Esta es la verdad de los hechos. Cabe destacar que en nuestros corazones no hay odios ni rencores, y que seguimos manteniendo el principio de respetar el dolor y el lugar de las Madres. Lejos de nuestro espíritu la confrontación. Sólo queremos que nuestras víctimas también tengan un lugar en la historia. A nuestro criterio, asumir la verdad completa de los hechos pasados, resulta condición necesaria para no volver a cometer los mismos errores en el futuro. (Para un conocimiento detallado de cómo se sucedieron los hechos brevemente resumidos en este documento, los remitimos a la página http://afyappa.blogspot.com/, donde se encuentran registrados, entre otros aspectos, imágenes y palabras pronunciadas en cada uno de los homenajes desarrollados en Plaza de Mayo).

2. Respecto a la presunta denuncia efectuada contra mi persona por el actual Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña, por daños agravados, apología del delito y actitudes intimidatorias.

En primer término, cabe aclarar que tengo conocimiento de esta presunta denuncia a través de información publicada por el Diario Página 12 el día viernes 08 de mayo próximo pasado, razón por la cual, desconozco, en principio, el grado de veracidad que posee la misma.

Demás está decir que desde este momento me pongo a disposición de la justicia para que investigue todo aquello que considere necesario respecto a mi persona. Si algo ha caracterizado mi actividad pública es precisamente la frontalidad y transparencia de mis actos, razón por la cual, nada temo de los hombres, ni siquiera de esta justicia.

No obstante lo antedicho, a los efectos de conocer la seriedad de la denuncia atribuida a Carlos Pisoni, me gustaría destacar algunos aspectos que se desprenden de sus comentarios publicados en la nota periodística mencionada previamente.

Manifiesta Pisoni que “desde que Afyappa comenzó con estas manifestaciones, en octubre del 2006, ya van 32 marchas en las que se pintan crespones sobre los pañuelos”. Como material probatorio, seguramente presentará un almanaque que comprenda los años 2006 al 2009, ya que el meticuloso estudio del denunciante se limitó a contar retroactivamente cuántos primeros martes de cada mes pasaron desde el último homenaje desarrollado (Nro 32) hasta llegar al mes de octubre del 2006. Si con esta seriedad empezamos, no vamos a llegar demasiado lejos. Le recomiendo al Director de Derechos Humanos de la Legislatura Porteña que ingrese a nuestra página de Internet http://afyappa.blogspot.com/ , donde seguramente encontrará información mucho más importante que la que le da el almanaque.

Ahí se enterará por ejemplo que el primer acto de homenaje se llevó a cabo el día 04 de marzo del 2008 y si su capacidad investigativa se lo permite, podrá observar los hechos no sólo en la Página de AFyAPPA, sino en los principales medios de comunicación social que cubrieron el evento, donde se ve claramente que no se tachó ningún pañuelo blanco. También podrá corroborar en dicha página, que en 30 de los 32 Actos de Homenaje desarrollados hasta el presente, nunca fueron tocados los pañuelos blancos históricos de las madres, sino que nos limitábamos a repintar nuestros símbolos tachados con pintura negra y roja por algún amante de estos colores. Y finalmente, sí podrá constatar que en los últimos dos actos, como consecuencia de la estrategia de la Organización Madres de tapar nuestros símbolos con su pañuelo, nos vimos en la obligación de hacer lo propio para no perder la representación de nuestras víctimas en el suelo de la Plaza.

Pregunto al funcionario acusador: Con conocimiento de estos hechos, ¿Hará alguna denuncia penal contra la Asociación Madres por tachar nuestros símbolo con el dibujo de su pañuelo o contra quienes, sin dar la cara, se encargaron sistemáticamente desde el 04 de marzo del 2008 de ensuciar nuestros símbolos del suelo de la plaza? ¿O eso no constituye ningún daño?. Le recomendamos también que investigue los hechos sucedidos el jueves 06 de marzo de 2008, cuando dos vehículos con logos pertenecientes a las Madres de Plaza de Mayo ingresaron a la plaza y desde su interior descendieron cuatro personas con pintura negra y roja específicamente para tachar con dicha pintura el símbolo que habíamos pintado el día martes anterior. Estimado Pisoni… espero que esté a la altura de las circunstancias… porque sería muy bueno investigar a fondo para comprender donde se encuentra la verdadera impunidad.

Continúa el funcionario porteño “Hice la denuncia con la intención de que la Justicia determine que esas cosas no pueden hacerse más. No creo que un juez meta presa a una figura pública como es Cecilia Pando, pero sí puede prohibirle volver a pintar crespones negros sobre los pañuelos y hacer pública su defensa de la dictadura y el menosprecio a los organismos de derechos humanos, que tienen reconocimiento nacional e internacional”.

Por lo que surge de las declaraciones, pareciera ser que el bien a tutelar por el funcionario resultarían ser los pañuelos blancos, de tal forma que el objetivo de la denuncia no sería otro que prohibirme volver a pintar sobre los pañuelos de las madres. Para eso no hace falta la intervención de ningún juzgado, basta con que la Asociación Madres comprenda que la Plaza es de todos los argentinos y que no vuelva a pintar sus pañuelos tachando el símbolo de nuestros muertos.

Respecto a la supuesta defensa pública que efectúo de la dictadura, me limito a que la justicia y el funcionario denunciante analicen todos los artículos, comunicados y reportajes efectuados a mi persona. Me sé una persona profundamente democrática y republicana, que ha aprendido a valorar en carne propia la importancia de la libertad, precisamente porque el régimen de gobierno que padecemos actualmente a nivel nacional, cercenó mis derechos ciudadanos. A diferencia de quienes tienen la mirada turbia por las ideologías, reniego de todo régimen totalitario, sea este de izquierda o de derecha, con lo cual queda claro mi pensamiento respecto a cualquier gobierno de jure o de facto que ataque el sagrado valor de la libertad.

Respecto al menosprecio que se me atribuye respecto a los organismos de derechos humanos con reconocido prestigio nacional e internacional, me pregunto si no se les está yendo un poco la mano en su caza de brujas. Le ruego al denunciante que por favor me permita, en uso de mi libertad, calificar como positiva o como negativa a la actividad de los organismos que dicen defender los derechos humanos. Para que no le quede ninguna duda de mi opinión al respecto, quede asentado como registro que para mí, el grado de confiabilidad de los organismos de derechos humanos equivale aritméticamente al grado de confianza que me inspira el INDEC en el costo de vida. ¿Mereceré otra denuncia penal por esto?

Lo espero con los brazos abiertos para proteger mi libertad, porque aunque usted no lo entienda, Señor Carlos Pisoni, en la línea argumental que sigue su razonamiento, se pone de manifiesto el autoritarismo y el deseo escondido de la censura, que busca disciplinar la mente de quienes no piensan como usted. Al fin y al cabo, resulta natural que así sea… ¿Usted trabaja en Derechos Humanos, no?.

María Cecilia Pando

jueves, 7 de mayo de 2009

32do Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en Plaza de Mayo

Como todos los primeros martes de cada mes, el 05 de mayo a las 18:30 horas, se concretó el 32do Homenaje a las Víctimas del Terrorismo en la histórica Plaza de Mayo. A todos los que pudieron acompañarnos, ya sea personalmente o con el corazón, nuestra más preciada gratitud. A continuación presentamos las palabras pronunciadas en el Acto.

QUERIDOS AMIGOS:

Nos encontramos nuevamente en esta histórica Plaza para concretar nuestro Trigésimo Segundo Homenaje a las Víctimas del Terrorismo que asoló nuestra patria en la década del 70. Traemos paz en nuestros corazones, serenidad en nuestras actitudes, pero también la firmeza necesaria que surge de saber que estamos poniendo nuestro granito de arena para equilibrar tanta tergiversación de la historia. Si los argentinos no recuperamos el valor de la historia estamos condenados a repetir los errores del pasado. Y ha llegado la hora de comenzar a pensar en nuestro futuro.

Desde nuestro último homenaje el día 07 de abril, muchas son las víctimas que tenemos que rescatar del olvido en esta oportunidad. En la década del 70, entre esa fecha y el día 05 de mayo, 60 personas perdieron la vida en manos de la demencia terrorista de montoneros y erpianos. Todos ciudadanos argentinos pertenecientes a diferentes ramas del quehacer nacional, lo que demuestra acabadamente que los actos terroristas no discriminaban entre civiles y militares. El pueblo argentino era el enemigo que había que dominar por la fuerza. Había que construir la patria socialista aunque toda la sociedad se opusiera. Ellos eran los iluminados, los adelantados a su tiempo, los dueños de la verdad. Los que se opusieran a sus proyectos merecían la muerte, y ellos eran el brazo de la justicia. Eran la soberbia armada y nadie podía objetar su legitimidad.

En el período considerado fueron asesinados 9 efectivos del Ejército Argentino, 4 hombres de la Armada y un miembro de la Fuerza Aérea Argentina. Dos efectivos de la Gendarmería y de la Prefectura también fueron blancos del terrorismo, mientras que las fuerzas policiales fueron quienes brindaron la mayor cuota de sangre en manos de las Bandas Terroristas de Firmenich, Kunkel, Bonasso, Duhalde y compañía. 8 muertos sufrió la Policía Federal durante los meses de abril de la década del 70, mientras que las policías provinciales sumaron la totalidad de 35 efectivos asesinados.

Nueve fueron los civiles que en este período también recibieron la muerte en distintos tipos de atentados. Un empresario, tres ejecutivos, un periodista, dos funcionarios, una trabajadora y un ex juez de la nación, fueron los blancos seleccionados por los que ayer y hoy reclamaban y reclaman por los derechos humanos. Cuánta hipocresía… cuánta mentira… cuánto engaño se esconde detrás de la nueva historieta oficial conque se pretende explicar lo sucedido en la trágica guerra sufrida por los argentinos en los años 70.

De todos los crímenes enunciados, por los efectos que tuvo hacia el futuro, quisiera referirme al asesinato del Doctor Jorge Vicente Quiroga, ultimado por un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo, el día 28 de abril de 1974. ¿Por qué fue asesinado este digno representante del Poder Judicial de la Nación? Porque en el año 1971 había sido nombrado Juez de una de las Tres Salas que componían la Cámara Federal en lo Penal de la Nación, creada específicamente por el poder político, para combatir con la ley en la mano a las actividades terroristas que ya estaban sacudiendo a la república. Y el Juez Quiroga había tenido a su cargo el procesamiento y condena de muchos delincuentes terroristas que habían atentado contra el orden público. Nueve fueron los jueces que conformaron esta cámara, llegando a iniciar procesamiento a 2000 terroristas, con más de 600 condenas firmes hasta el momento de su disolución.

Fue durante la breve presidencia de Cámpora, iniciada el 25 de mayo de 1973, cuando se pulverizó el último intento civilizado para combatir al terror con la ley en la mano. No contento con indultar y amnistiar a todos los guerrilleros condenados, se resolvió disolver la Cámara Federal en lo Penal y a todos los instrumentos legales creados para anular el accionar de las bandas armadas.

Ya en libertad, los terroristas iniciaron una terrible campaña de amedrentamiento sobre la justicia para que nunca más ningún juez se atreviera a jugarlos. De los 9 jueces que conformaron la Cámara Federal en lo Penal, después de numerosas amenazas y atentados, 8 lograron emigrar al extranjero, pero el Juez Quiroga no tuvo esa suerte y cayó asesinado por haber cumplido con su deber.

Con dolor hay que aceptar que la campaña de amedrentamiento le dio sus frutos a las bandas terroristas, ya que desde la disolución de la Cámara Federal, ningún terrorista volvió a ser condenado por la justicia. Y esta impunidad se mantiene hasta el presente.

En sus declaraciones de condena al atentado, el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, señaló que actos de esta naturaleza tienen como claro objetivo intimidar a los magistrados en el desempeño de sus cargos.

Y la campaña de amedrentamiento a la justicia no ha terminado. En los 70 se usaban los fierros… en el presente se han edulcorado las formas, pero se sigue manteniendo la finalidad última de intimidar a la justicia. Para ello el montonero Carlos Kunkel, ya no necesita empuñar su ametralladora, le basta con el puesto en el Consejo de la Magistratura, desde donde maneja a su antojo los juicios políticos sobre los jueces que no aceptan pertenecer al rebaño montonero. Ahora con una doble finalidad… por una parte completar la venganza sobre quienes les hicieron pisar el polvo en el campo de las armas y por el otro, mantener la impunidad más absoluta de sus socios terroristas de la década del 70.

Pero parece que todo termina… Así como culminó la primavera camporista, todo hace prever que el montonerismo trucho residual tiene los días contados… y no perdemos las esperanzas de que sobre las cenizas de esta dictadura que termina, los argentinos logremos construir una verdadera república donde la independencia de la justicia nos permita recuperar la confianza en las instituciones.

Muchas gracias