miércoles, 26 de agosto de 2015



ASOCIACIÓN DE FAMILIARES Y AMIGOS DE PRESOS POLÍTICOS DE ARGENTINA



El día lunes 24 de agosto la Asociación de Familiares y Amigos de Presos Políticos de Argentina se hizo presente en el Palacio de Justicia debido a la presión que los organismos de derechos humanos están ejerciendo sobre esta, para acelerar los juicios mal llamados de " Lesa Humanidad"

Desde nuestro lugar manifestamos que lo importante no es la aceleración de los juicios sino la ilegalidad de estos, ya que para poder llevarlos a cabo, la justicia tuvo que violar la ley y la Constitución Nacional.

Pudimos entregarle  a cada miembro de la Corte Suprema un video que pone de manifiesto como se concreta la pena de muerte de los presos políticos en Argentina y como se fabrican los testigos para maquillar la ilegalidad.

También charlamos con el Dr Javier Lopez Calderón, de la Comisión Interpoderes de la Corte, a quien le recordamos las violaciones a los derechos humanos que se cometen en nombre de la justicia, recalcando que, debido al abandono de persona por parte de los jueces, el número de muertos llegó a 313.

M Cecilia Pando


lunes, 24 de agosto de 2015

DIARIO "LA NACIÓN"

"Justicia y condena": una frase con sed de venganza

Falsos lemas como el de "juicio y castigo" se han convertido en sinónimos y en una imposición que es el reverso del espíritu de reconciliación
A lo largo de la perversa década política del llamado "kirchnerismo", la reiterada frase: "Justicia y condena", a veces reemplazada por "Juicio y Castigo", ha repiqueteado cual ariete en nuestros oídos y ante nuestra vista. A la manera de muletilla, ha sido pronunciada con enorme frecuencia y alimentada constantemente con amplios recursos, habitualmente sin generar más reacciones que las de un penoso silencio. Pese a la inmensidad de la verdadera depravación que su contenido real supone y procura imponer: el del bien llamado odio añejado.
Esas dos terribles frases sintetizan la cuota de irracionalidad que se esconde detrás de la sed de venganza que alimenta a quienes las utilizan. Lo grave es que ese sentimiento resentido aún parecería anidar profundo en el corazón de algunos.
No es pedir "Justicia y Sentencia". No es cumplir con el deber de investigar y desentrañar la verdad de nuestras lamentables tragedias de los años 70. No es tampoco absolver o condenar, según surja de la prueba que se produzca, más allá de toda duda razonable, en una investigación independiente y seria, que debería ser siempre veraz y sincera. Para todos por igual.
Se trata en particular de aquellos juicios en los que, con total descaro, se presiona -presencial y físicamente- a nuestros magistrados judiciales, cuyos despachos, salas de audiencia y estrados fueron constantemente transformados en ámbitos vociferantes e intimidantes, muy similares a los que acompañaron el reiterado uso de la guillotina durante las etapas más sangrientas e irracionales de la Revolución Francesa. Todo eso sin que se alzaran voces serenas, que señalaran que esas deplorables pero frecuentes presiones avasallaron y sometieron a la justicia, por miedo.
Las frases que mencionamos, que aún resuenan en nuestra sociedad, no son, para nada, un pedido o reclamo de justicia. Son todo lo contrario. Son otra cosa, muy distinta. Porque se trata de exigir e imponer injusticia, de pisotear la verdad cada vez que ello fuera necesario, aún recurriendo a las falsedades y a las mentiras para alcanzar el pretendido desquite.
Suponen, peor aún, tratar de transformar a nuestros jueces en subalternos de quienes las pronuncian, dejando de lado su deber ineludible de actuar con absoluta independencia. Son y han sido una forma más de intimidar o de sembrar el temor que debemos desterrar.
Son, obviamente, todo lo contrario a la disposición a perdonar. Son un muro más en el que, quienes la pronuncian o gritan, pretenden hacer estrellar los esfuerzos de aquellos que creemos firmemente en la posibilidad de reconciliación.
Al final de una triste etapa histórica, en la que se ha destrozado, malquistado, dividido, y enemistado a nuestra sociedad y mentido sin el menor pudor, esas frases son una muestra de lo que, cual veneno, se sembró constantemente en nuestra sociedad para procurar desunirla y mantenerla fragmentada. Y también de lo mucho que deberemos esforzarnos y empeñarnos cuando se trata de construir el indispensable clima de unidad que supone la realidad de conformar todos una misma nación..

jueves, 20 de agosto de 2015


Jueves 20 de agosto de 2015 | Publicado en edición impresa "La nación"

Derechos Humanos

Cuestionan el procedimiento de los juicios por lesa humanidad

Abogados y académicos reclamaron discutir cómo se condena a los procesados por delitos durante la dictadura
Entre los invitados estuvieron, además de Fernández Meijide, el ex embajador argentino ante la ONU Emilio Cárdenas, el historiador Luis Alberto Romero, la abogada Verónica Blanco y los expertos norteamericanos Robert Barros y Sam Ferguson.
Una de las cuestiones que se abordaron ayer fue el mecanismo por el cual se reconstruye la verdad para juzgar y condenar a los que están sometidos a un proceso penal. Varios de los expositores coincidieron en que los juicios se basan sólo en pruebas obtenidas por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que funcionó durante el gobierno de Raúl Alfonsín.
"En muchos casos las pruebas son las recolectadas en los 80", dijo Blanco. Y agregó: "No hubo esfuerzos por mejorar las pruebas obtenidas por la Conadep".
En tanto, Cárdenas sostuvo: "No se puede hablar de que alguien es culpable por un contexto. ¿Cuántos presentaron testigos que no existen? Tendremos que hacernos cargo por la forma en que los procesos fueron llevados a cabo por razones políticas".
También se cuestionó la ausencia de juicios a los grupos armados que actuaron en las décadas de 1970 y 1980. "Toda la discusión se centra en los responsables estatales. No es claro que el terrorismo de Estado haya sido peor que lo que hicieron las organizaciones armadas. Hay que salir de la antinomia de que una parte de la sociedad argentina es culpable y que la otra es medianamente culpable", sentenció Romero.

LAS PRUEBAS

Se criticó que no se haya profundizado sobre las pruebas presentadas por la Conadep

ECUANIMIDAD

El historiador Luis Alberto Romero remarcó la necesidad de que se incorpore a los juicios a los miembros de las organizaciones armadas.
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sábado, 8 de agosto de 2015

"Hoy, ninguna fuerza política habla de reconciliación, es un tema tabú en las elecciones"

Claudia Peiró
En un debate sobre los años 70, monseñor Jorge Casaretto destacó que Francisco proclamó un Año de la Misericordia y convocó a instalar la reconciliación en la agenda del año próximo y a exigir una verdad completa
"Una justicia que no lleva a la misericordia no es justicia", afirmó el obispo emérito de San Isidro, al participar de un panel convocado con el objeto de promover la reconciliación, el perdón y la unión, bajo el título: "Una reflexión sobre los años 70: De la lógica del enfrentamiento a la cultura del diálogo".
El representante del Episcopado compartió la mesa con la senadora Norma Morandini, cuyos dos hermanos fueron desaparecidos durante la dictadura, y con Arturo Larrabure, hijo del coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado y asesinado por la guerrilla.
No es la primera vez que protagonistas de sectores enfrentados en aquellos años se encuentran para dialogar. Lo novedoso es que este debate tuvo lugar en la Universidad Católica Argentina (UCA), con la participación de un miembro tan notable del Episcopado argentino como lo es monseñor Casaretto, y con la coordinación del profesor Marco Gallo, director de la Cátedra Pontificia de esa casa de estudios.
"Como sociedad, ¿por qué estamos tan anclados en el pasado? – preguntó Casaretto-. Una respuesta es que no tenemos proyecto de futuro. Si no hemos podido elaborar algo que entusiasme, que genere esperanza, mística, que nos alegre de vivir en la Argentina, evidentemente el peso de lo que nos ocurrió es demasiado grande".
Casaretto destacó que el papa Francisco surgió de un Episcopado argentino reconciliado de sus diferencias del pasado, que reflejaban las de la sociedad. También puso como ejemplo la reconciliación entre la Iglesia y el Peronismo, pocos años después de la caída de Perón.
"LA RECONCILIACIÓN DEBE ESTAR EN LA AGENDA DEL FUTURO PRÓXIMO DE LA ARGENTINA" (CASARETTO)
"Hoy, ninguna fuerza política habla de reconciliación, es un tema tabú en las elecciones. Pero la reconciliación debe estar en la agenda del futuro próximo de Argentina; deberemos esperar que pasen las elecciones e insistir", agregó. Señaló que si el tema no se habla es por la falta de canales de comunicación entre la sociedad civil y la política.
La senadora Morandini coincidió: "El drama es que no hay mediación, no hay política. A la política no le importan estos temas. Tampoco los derechos humanos porque si no, no los hubieran partidizado".
Casaretto exhortó entonces a la sociedad civil a "forzar a la política a dar una memoria completa". "Tenemos que llegar a saber toda la verdad. No queremos de ninguna manera eliminar la justicia. El camino es memoria, verdad y justicia, pero parecería ser que hay una ecuación que no termina de funcionar, porque cuando más justicia aplicamos, parece que menos verdad recuperamos, ycuanta más verdad queremos recuperar, más suaves tenemos que ser en la justicia aplicada".
Puso el ejemplo de Mandela, quien privilegió la verdad, mientras que en Argentina "privilegiamos la justicia, que por otra parte no es una justicia totalmente imparcial".
"Tenemos que desandar esa ecuación de tanta justicia, que va en contraposición con la verdad. Es muy importante conocer toda la verdad porque lo que tranquiliza el corazón de una madre es saber qué pasó con su hijo. A mi entender hay que privilegiar esa verdad", consideró.
Y, como poniendo esta iniciativa bajo la invocación de Francisco, dijo: "Tenemos que escuchar mucho a nuestro Papa que ha proclamado un Año de Misericordia". "El Papa es un hombre que, como dice un amigo mío, fuma debajo del agua", agregó, apelando al lenguaje coloquial, para destacar la visión de Francisco.
¿Cómo se traduce esta misericordia en Argentina?, preguntó. Las soluciones se deben encontrar entre todos pero para ello hay que afrontar los temas, ponerlos en la agenda, y destacó dos acontecimientos centrales que tendrán lugar el año próximo, Bicentenario de la Independencia: el Congreso Eucarístico y la más que posible visita del Papa.
"En estos dos acontecimientos importantes tenemos una gran oportunidad de que la misericordia aparezca como una dimensión de primera magnitud entre las necesidades de los argentinos", que "necesitamos mucho, mucho, reconciliarnos entre nosotros".
Un solo demonio
En su introducción al debate, Marco Gallo había convocado a una reflexión sin preconceptos, definiendo a los años 70 como "la cumbre de un lógica del enfrentamiento que marcó toda nuestra historia", cuando "el demonio de la división" devastó al país.
"No queremos vivir una memoria mutilada donde no se asume la responsabilidad colectiva y la culpa siempre es del otro, donde prevalece aquella mentalidad maniquea que divide la Historia en buenos y malos y se pone del lado de los buenos", afirmó. También pidió evitar "una patología de la memoria" porque el deseo de venganza impide un proceso histórico saneado.
"NO CREO EN LA TEORÍA DE LOS DOS DEMONIOS. HUBO UNO SOLO: LA VIOLENCIA" (MORANDINI)
La senadora Norma Morandini dijo por su parte que "no hay mayor tragedia histórica que cuando los hermanos guerrean entre sí". "No creo en la teoría de los dos demonios –afirmó-, creo que hubo un solo demonio: la violencia".
Destacó la lucha de su madre, "de pañuelo blanco", que luchó y que "no saltó de la Plaza al palacio", en obvia alusión crítica a las Madres y Abuelas alineadas con el actual gobierno. Recordó sus reflexiones en torno a qué contenido darle al Nunca Más: "¿Vamos a hacer de la historia venganza?"
La senadora reveló que el Papa Francisco le había enviado una carta, luego de recibir el libro que ella escribió (De la culpa al perdón), y leyó unos párrafos: "Deseo de corazón que el mensaje de reconciliación ilumine cada vez más a las personas y a toda la sociedad. El odio destruye y divide. No tiene futuro. El perdón en cambio construye y une. Es un amor nuevo, de una cualidad superior porque se ha aquilatado en la prueba del dolor y el sufrimiento y puesto que mira siempre a ese fondo de humanidad y dignidad que hay siempre en las personas es el único que puede satisfacer al mismo tiempo las exigencias de una justicia verdadera y de una reconciliación que abra a la esperanza".
"QUIERO VERDAD Y JUSTICIA, PERO PARA TODAS LAS VÍCTIMAS DE LOS SETENTA" (LARRABURE)
El hijo del coronel Larrabure recordó el martirio de su padre pero también las cartas que les hizo llegar desde su cautiverio en las que ratificó su perdón a sus asesinos, su falta de odio y su deseo de que sus hijos no quedasen encadenados al dolor. "Quiero verdad y justicia, pero para todas las víctimas de los setenta", dijo. "Estoy cansado de darles a mis hijos un mensaje que no es de esperanza, necesitamos que alguien nos convoque para empezar a caminar este sendero. Estamos totalmente divididos los argentinos".
En el mismo sentido, la mayor parte de las inquietudes del público estuvieron dirigidas al qué hacer. Se hizo evidente la presencia de familiares de militares detenidos en el marco de los juicios por la represión ilegal que a través de sus preguntas denunciaron parcialidad y lentitud en juicios y que unos 300 presos ya murieron en prisión.
"Necesitamos pasar a la acción –dijo Larrabure-, empezar a solucionar esto y no quedarnos en palabras. Es desde la política que debemos encontrar las soluciones. Creo que entre la política y la iglesia deben marcar el rumbo".
Casaretto se mostró optimista: "Confío en que la Providencia nos irá mostrando caminos novedosos".